Todos los resultados son la consecuencia de un proceso. Es casi imposible, incluso
para las buenas personas, producir constantemente resultados ideales con un
proceso deficiente, dentro y fuera de la organización. Existe una tendencia natural
a culpar a las personas involucradas cuando algo sale mal o no es ideal, cuando en
realidad, la gran mayoría de las veces el problema radica en un proceso imperfecto
y no en las personas.
Ejemplos de comportamientos ideales:
- Cuando se produce un error, centrarse en mejorar el proceso que generó el
error. - Asegurarse de que todas las piezas, materiales, información y recursos son
correctos y cumplen con las especificaciones antes de usarlas en un proceso.
El valor para los clientes se maximiza cuando este se crea en respuesta a la demanda
real y a través de un flujo continuo y sin interrupciones. Aunque el flujo de una
sola pieza es el ideal, la demanda se distorsiona a menudo entre las organizaciones
y dentro de ellas. Desperdicio es todo aquello que interrumpe el flujo continuo de
valor.
Ejemplos de comportamientos ideales:
- Evite crear o tener más productos o servicios que los necesarios para atender
la demanda del cliente. - Garantizar que los recursos necesarios están disponibles cuando se necesitan.